La luna puede tener también una personificación masculina y ofídica; pero estas personificaciones (que muchas veces se separan del conjunto inicial y siguen un curso autónomo dentro del mismo MITO y de la LEYENDA) se deben en última instancia a la concepción de la Luna como fuente de las realidades vivas y como fundamento de la fertilidad y de la regeneración periódica.
En algunas civilizaciones, como en Guatemala, se cree que la SERPIENTE TRAE A LOS NIÑOS. En Australia, los antepasados son dos SERPIENTES que van recorriendo la tierra y van dejando los “espíritus de los niños”, allí donde se detienen. En la India se ha considerado a la SERPIENTE, desde la época budista, como las dispensadoras de la fertilidad universal (Representan la copulación de mujeres con cobras) En la India actual ese carácter benéfico y fertilizador de las serpientes se refleja en un sinnúmero de creencias; las serpientes evitan la esterilidad de las mujeres y les aseguran una descendencia numerosa.
La SERPIENTE tiene múltiples significados, y uno de los más importantes es su “regeneración”. La SERPIENTE es un animal que se “transforma”.
Son conocidas las divinidades mediterráneas, que se representan con una serpiente en la mano (Artemis arcadia, Hécate, Perséfone, etc.) o con crenchas de SERPIENTES (Gorgona, las Erinias, etc.).
En Europa central existe la superstición de que si se entierran pelos arrancados de una mujer que está bajo la influencia de la luna (es decir con el periodo de la regla) se transforma en serpiente.
En la mitología celta, se habla de los WUIVRE, como serpientes que se arrastran por el interior de la tierra, se entrecruzan en puntos determinados, provocando concentraciones de energía que convierten tales encrucijadas en enclaves sagrados. También existen otros puntos en los que esa energía sale a la superficie y contacta con otras que proceden del espacio exterior.
Una leyenda bretona dice que el pelo de las hechiceras se convierte en serpientes. Por consiguiente, no todas las mujeres tiene ese poder, sino sólo las que están bajo la influencia de la Luna, las que participan también en la “Magia de la transformación”. Que la hechicería sea muchas veces una investidura LUNAR (directa o transmitida por las SERPIENTES) está confirmado por muchos documentos etnográficos.
La SERPIENTE por ser LUNAR, es decir, “eterna” y por vivir bajo tierra, encarnando (entre tantos otros) los espíritus de los muertos; conoce todos los secretos, es la fuente de la sabiduría, entrevé el futuro. Por eso el que come serpiente adquiere el conocimiento del lenguaje de los animales.
Ese mismo simbolismo central en el que la fecundidad y la regeneración están subordinadas a la luna y dispensadas por el astro mismo o por formas consustanciales suyas (Magna Mater, Terra Mater) explica la presencia de la SERPIENTE en la iconografía o en los ritos de las grandes diosas de la fertilidad universal.
Como atributo de la GRAN DIOSA, la SERPIENTE conserva su carácter lunar (de regeneración cíclica) junto al carácter telúrico. En cierto momento, la LUNA es identificada con la tierra, a la que se considera a su vez como matriz de todas las formas vivientes. Algunas razas creen incluso que la tierra y la luna están hechas de la misma sustancia.
Las grandes diosas participan tanto del carácter sagrado del suelo (tierra) como del de la Luna. Y como estas diosas son además divinidades funerarias (los muertos van a las regiones subterráneas o a la luna para regenerarse y reaparecer bajo una nueva forma), la SERPIENTE se convierte en el animal funerario por excelencia, que encarna las almas de los muertos, el antepasado, etc. Este simbolismo de la regeneración es lo que explica también que figuren serpientes en las ceremonias de iniciación.
Los pueblos de la antigüedad conocían estas energías y fue lo que pudo llevarles a descubrir esos puntos donde construir sus Santuarios dedicados a las deidades. Monumentos megalíticos: MENHIRES o DÓLMENES y CRÓMLECH, son espacios que podían ser utilizados para conectar con esas energías.
La SERPIENTE simboliza la fuerza de la tierra, los símbolos de las SERPIENTES existen desde tiempos muy remotos, por lo tanto pueden ser muy antiguos.
Una nueva ciencia surgida en los últimos años, la GEOBIOLOGÍA, ciencia que recoge la sabiduría tradicional, los conocimientos que nuestros antepasados poseían sobre las influencias que las diversas energías cosmotelúricas ejercen sobre la vida en el planeta. Estudian los fenómenos y las leyes naturales junto a los procesos biológicos, se comprueba que el ser humano no depende tan sólo del alimento o del aire para vivir, sino también de otras energías más sutiles que, en constante movimiento animan la estructura de los seres vivos.
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