LOS TOROS DE GERION Este mito está asociado a TARTESOS por muy diversas fuentes, desde ESTESÍCORO y la ORA MARÍTIMA a ESTRABÓN, con él se debe relacionar la tradición de un ARX GERONTIS que recoge la ORA MARÍTIMA, aunque ésta referencia puede tratarse de una interpolación tardía en esta problemática y discutida obra.
El mayor problema que plantea el mito de GERIÓN es el de valorar qué parte de este mito procede del substrato cultural TARTESIO. El mito se ha llegado a considerar de origen griego traspasado a Occidente, cuestión muy debatida y abierta.
Sin embargo GERIÓN se asocia habitualmente a TARTESSOS, pero su genealogía parece puramente griega, ya que era hijo de la musa CALIRROE y de CRISAOR, a su vez hijo de MEDUSA, una de las tres GORGONAS hijas de GEA. HESÍODO narra en su TEOGONÍA, que pastaba los ganados del Sol junto a CRISAOR y de una de las HESPÉRIDES, madre, a su vez, de EURITEÓN y de GERIÓN, aunque según otras versiones, esta HESPÉRIDE era madre de GERIÓN y esposa de CRISAOR, desposada con ARES, dios funesto de la guerra, o, según PAUSANIAS, con HERMES, de quien había nacido NÓRAX, fundador mítico de NORA, en CERDEÑA. Estas complejas relaciones entre los personajes del mito de GERIÓN en la mitología griega dificultan precisar qué puede haber en él de mitología TARTESIA (acostumbrados a conocer las invasiones y asimilaciones de los que llegaron a HISPANIA) pues ni siquiera es seguro que se trate de una INTERPRETATIO o adaptación de un mito local, ya que es difícil reconocer sus elementos originales. Su enfrentamiento a HERACLES, que le robó sus ganados, puede ser la mitificación del predominio del dios colonial sobre el rey local por la posesión de las riquezas de TARTESSOS, que pudiera reflejar una participación colonial en un conflicto con élites locales, pero el mito está visto desde la perspectiva colonial, no tartesia. Además, el episodio del robo de los toros de GERIÓN , a pesar de su popularidad en toda la Antigüedad, no aparece recogido en el ciclo mítico de MELQART representado en las puertas del santuario de GADIR descritas por SILIO ITÁLICO, que incluía 10 episodios míticos de la divinidad. Esta ausencia inclina a pensar que dicho mito no proceda del ámbito FENICIO-TARTÉSIO, lo que reforzaría la idea de que sea una creación helénica, por lo que los elementos conocidos y los personajes asociados de este mito pueden considerarse en principio de origen helénico, pues no hay indicios evidentes de que GERIÓN fuera un personaje de la mitología originaria. Sin embargo, el mito griego parece aludir al guerrero funesto de carácter ctónico que custodia las riquezas de la tierra, como el oro, por su relación con las HESPÉRIDES y CRISAOR, y la plata, según ESTESÍCORO, aunque GERIÓN sería, ante todo, un guerrero-pastor, dueño de rebaños de bueyes y de caballos, además de las grandes riquezas en oro y plata citadas. Desde un punto de vista cosmológico, este carácter de guerrero armado apunta a un origen INDOEUROPEO, muy antiguo, a juzgar por su TRIPLISMO, característica que confirma su antigüedad, en todo caso, anterior al MUNDO CLÁSICO, como se evidencia en Grecia y la Península Itálica, aunque esta triplicidad, también es habitual en el mundo céltico, en concreto, en HISPANIA, diferenciándolo del triplismo de ASTART, que debe considerarse de origen y características diversas. Por ello, estas características esenciales de GERIÓN, su triplismo y su carácter de PASTOR-GUERRERO. Dueño de rebaños de bueyes y de oro y plata, podría relacionarse con las elites documentadas en las estelas de Suroeste del Bronce Final. Además, los toros es un tema característico de la mitología TARTESIA. Toros aparecen en el MITO DE HABIS, y en el que transmite Diodoro alusivo a la sacralidad de estos animales, pues ambos deben reflejar el TOPOS mítico de la idea de riqueza en ganados y en metales preciosos, oro y plata, de TARTESSOS, tópico que parece proceder de mitos locales, pues son características del contexto cultural tartesio. La mitología FENICIO-TARTESICA también documenta mitos que vinculaban los rebaños de toros a la diosa ASTART, como evidencia un peine de MEDELLÍN, mito que pudiera estar relacionado con el anterior, así como otros mitos taurinos también pudieran relacionarse con el mito de GERIÓN, como el de MELQART Y EL TORO CELESTE. Por ello, quizá pudo haber existido un mito tartesio que explicara como los toros, propiedad de la divinidad, probablemente de ASTART, había pasado a ser propiedad humana: los toros habrían sido regalados al monarca tartesio, tal vez tras ser robados por algún héroe mítico, mito que podría haber sido traspasado, de MELQART, directamente a HERACLES. Igualmente, parece proceder de tradiciones tartesias la relación familiar entre GERIÓN y su nieto NÓRAX, aunque esta genealogía pudiera ser una elaboración griega. A un origen local apunta también la etimología de GERIÓN, que parece un nombre onomatopéyico dado su raíz GAR-, relacionada con MUGIR, y por lo tanto con el toro. Como señaló García Moreno. La misma raíz parece ofrecer GÁRGORIS pudieran ser distintas denominaciones del TORO-REY o REY-TORO de TARTESSOS, término muy adecuando a la tradición cultural tartesia, lo que explicaría que hubieran quedado plasmados en su mitología. En consecuencia, los indicios existentes plantean la atrayente posibilidad de que el mito de GERIÓN sea una recreación helénica sobre distintas tradiciones míticas tartesias. El episodio del ROBO DE LOS TOROS DE GERIÓN mitifica la riqueza de TARTESSOS y la de sus elites guerreras y pastoriles en dichos animales, mitificación confirmada por la iconografía de los marfiles HISPANO-FENICIOS. En este sentido, la figura mitológica de GERIÓN, enfrentada a la de HERACLES tal como ha llegado hasta nosotros, pudiera ser una reelaboración de mitos indígenas TARTESIOS transformados para explicar el predominio del dios griego sobre el rey local por la posesión de las riquezas del extremo Occidente. Una vez más descubrimos que toda la riqueza cultural y mitológica nos fue robada, usurpada, y transformada por los invasores. Es el momento de “redescubrir” nuestros mitos y nuestra historia y para ello tenemos que estudiar a los HISTORIADORES y CATEDRÁTICOS, que son quienes nos muestran la verdad olvidada. En este caso puntual a Martín Almagro Gorbea.
No se han encontrado comentarios